Islandia. Día 5: Focas, Hvítserkur y la Artic coast way.

Nada más levantarnos decidimos volver a echarnos otro baño en Drangsnes ya que sería la última vez que tuviéramos la oportunidad de bañarnos gratis hasta llegar al sur de Islandia y el plan del día era básicamente echar horas de carretera con alguna parada en el camino.

Al salir de la península tomamos el camino de la Artic coast way para ir bordeando las pequeñas penínsulas y fiordos a lo largo de ella y disfrutar de las vistas. Nuestra dirección era hacia Illugastadir para poder ver las focas pero no nos hizo falta esperar tanto. A unos pocos kilómetros de Drangsnes ya vimos las primeras justo al lado de la carretera tomando el sol.

En Hvammstangi hicimos la primera parada para estirar las piernas y dar una vuelta por el pueblo aprovechando que tenía un museo sobre las focas (es mas bien una tienda de souvenirs). Fue una buena decisión, ya que en el pueblo había un secadero de pescado tradicional además de alguna tienda de ropa de lana. Nosotros no compramos nada por el precio y pensando que por toda Islandia sería igual (hasta entonces no habíamos estado en ningún pueblo turístico), pero algunos de los patrones más bonitos los vimos sólo allí.

Illugastadir es el nombre de la granja/camping en la que se pueden ver focas a muy corta distancia tomando el sol. Cuando nosotros fuimos, a pesar de la gente habrían fácilmente más de 30 focas en la zona. Es algo muy bonito de ver si nunca las has visto en libertad, pero por favor, mantened siempre la distancia y evitad sonidos y movimientos bruscos que puedan asustarlas. Es su zona de relax porque se sienten seguras en ella. No la alteremos.

Después de una comida entre focas fuimos hasta Hvítserkur, una formación rocosa en medio de la arena a la que sólo se puede acceder si hay marea baja. Cuidado con el descenso ya que no hay un camino preparado, sino que se ha formado por tanta gente que ha pasado sobre el y en el tramo final la tierra se desliza y hay que salvar un poco la altura. Llevad calzado preparado.

Al salir de nuevo a la Ring Road nos desviamos un poco hacia atrás para llegar a Kolugljúfur Canyon, unas cascadas que, aunque bonitas, en comparación con el resto no son nada memorables. Luego retomamos el camino hasta Hofsós (siguiendo la ruta escénica de Trollaskagi), donde queríamos visitar la piscina, que según la información que teníamos tiene las vistas más bonitas de toda Islandia pero llegamos demasiado tarde ya que justo cuando intentamos entrar estaban ya cerrando. Desde arriba se podía ver y sí que era cierto que las vistas del atardecer en el fiordo eran espectaculares.

Un poco decepcionados por habernos quedado con las ganas, seguimos la ruta hasta llegar al extremo de la península, donde pasamos la noche.