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Iran. Día 10: Kerman, Rayen y Bam.

Tras llegar a la estación de autobuses muy pronto por la mañana (sobre las 6), cogimos un taxi y fuimos directamente al hotel que habíamos visto recomendado en más blogs: Akhavan Hotel.


Kerman es la ciudad más grande de la zona, pero la cantidad de turistas que llegan hasta ella es mucho menor que en las otras ciudades de Irán debido a su lejanía y a la proximidad con zonas conflictivas al sureste del país. Por lo tanto la oferta hotelera no es tan abundante y es mejor tener claro el hotel o zona donde alojarse.


El hotel fue un acierto, ya que conseguimos el aceptable precio de 2.500.000IRR eliminando la cena que nos ofrecían y nos dejaron acceder a la habitación y desayunar esa misma mañana sin ningún coste adicional, cosa que agradecimos después de estar 6 horas dentro de un autobús nocturno.


En el hotel nos ofrecieron varias excursiones por la zona de uno y varios días. A pesar de la insistencia, los precios eran razonables y pudimos decidir cuales eran los sitios que queríamos visitar. Finalmente, decidimos aprovechar el día y hacer una excursión a las ciudades de Rayen y Bam, donde se encuentras los restos de fortalezas hechas de adobe.


La primera parada fue Rayen, más conocida y visitada debido a que no se vió afectada por el terremoto de 2003 que destruyó Bam (UNESCO). A pesar de ser más pequeña que Bam, el recinto amurallado se encuentra muy bien conservado y pudimos pasear entre las casas e incuso subir a algunas zonas más elevadas.


Nuestro siguiente destino fue Bam, a una hora de distancia hacia el sur y el único motivo por el que adentrarse tanto en esa zona, ya que es una conocida ruta de narcotráfico con Afganistán. Nosotros no tuvimos ningún problema y si sólo vais a visitar Bam no hay ningún riesgo, pero no se recomienda seguir más allá en ningún caso, dicho también por los locales.


Aunque Bam quedó destruida en el terremoto de 2003, leímos en algunos blogs que todavía quedaba parte de ella en pie y merecía la pena acercarse. Cuando la visitamos era evidente el daño que había hecho el terremoto, ya que gran parte de la ciudad fortificada estaba destrozada, pero todavía se podía visitar gracias a las labores de reconstrucción que están llevando a cabo en el lugar y ayuda a imaginar lo impresionante que fue en su momento. A pesar de la distancia que tuvimos que recorrer, fue todo un acierto acercarnos a descubrirla.


De vuelta en Kerman cogimos un taxi hasta el bazar para visitarlo y cenar, ya que era nuestro único momento para visitar la ciudad puesto que a la mañana siguiente nos íbamos al desierto de los Kaluts. El bazar (Vakil Bazaar) es bonito, pero la ciudad en sí no tiene nada de gran interés, es más bien un punto de salida hacia los lugares de interés de la zona. Con una tarde-noche tuvimos suficiente y después de cenar en Keykhosro restaurant (bonito lugar, pero la comida no era nada especial), volvimos al hotel.

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